lunes, 23 de julio de 2018

NICARAGUA AL OTRO LADO DE LA PANTALLA



FERNANDO GUTIÉRREZ / ATILIO BORÓN / MAX BLUMENTHAL / CORTE INTERAMERICANA DE DDHH /  URUGUAY: ¿POR  QUÉ ES MALO TRANCAR LOS NEGOCIOS CRIMINALES?




Los líderes estudiantiles nicaragüenses en Washington,
junto a Marcos Rubio (izquierda) e Ileana Ros-Lehtinen (derecha)

(Fuente: Max Blumenthal)


Desde iniciado el conflicto, de modo invariable, todas las informaciones acerca de los sucesos violentos en Nicaragua vienen presentando el mismo sesgo: todas las responsabilidades serían del gobierno de Daniel Ortega.


Lo más llamativo es que esa toma de posición se ha naturalizado al punto de que en el Uruguay, además de las previsibles lágrimas de los parlamentarios tradicionales, los referentes de la izquierda oficialista, incluido el ex presidente José “Pepe” Mujica, se han puesto del lado de los variopintos opositores, sin identificar las diferentes categorías de manifestantes. Debe señalarse como notable excepción a Constanza Moreira por algunos matices relevantes que introdujo. Ya el año pasado Moreira había tenido la dignidad de defender con inteligencia a Venezuela, Lula y Cristina Fernández de Kirchner.
 

En particular, de sectores políticos y grupos mediáticos nacionales no he escuchado mayores comentarios acerca de la sugerente ausencia de reivindicaciones y programa alternativo de quienes protestan, algo que esboce un futuro después de la solicitada renuncia del presidente Ortega y las eventuales elecciones anticipadas en Nicaragua.


Tampoco nadie parece haber registrado el hecho relevante de un gobierno que cedió dos veces en instancias clave: el abandono de la reforma previsional al comienzo de los hechos violentos (que molestaba sobre todo a algunos empresarios) y la disposición a un diálogo que la propia oposición destrozó rompiendo el protocolo e interfiriendo con insultos las reuniones. Basta escuchar en una de ellas al promocionado estudiante Lesther Alemán (que cuenta con el expreso apoyo de los EE.UU) cuando empezó a gritarle al presidente Ortega antes de que le correspondiese el turno, para comprobar lo que fue la tónica de aquellos intentos dialoguistas del gobierno. 

Todos conocen a ese estudiante (Lesther Alemán) y otros que viajaron a EE.UU pero casi ningún medio de comunicación de los grandes ha dado a conocer el triste caso de otro estudiante, Leonel Morales, que participó en las primeras protestas pero los opositores radicalizados luego intentaron asesinarlo.

Las fotografías de esta edición muestran a Lesther Alemán junto a los ultra derechistas Ted Cruz, Marcos Rubio e Ileana Ros-Lehtinen, con quienes fue a proveerse de recursos, según Max Blumenthal. Y aunque esencialmente está basado en Blumenthal, por sus aportes bibliográficos puede consultarse también el artículo de Tita Barahona.


El error más grave del coro latinoamericano contrario a Ortega surge quizás de un serio déficit informativo (en los casos en que se trata realmente de gente honesta), muy similar al referido a Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina al que ya estamos acostumbrados. A nadie le parece necesario tomarse  algunas molestias como cotejar y ponderar los descargos de las autoridades y de los analistas internacionales que miran el conflicto con otras informaciones y otros datos actuales e históricos.  


Por eso compartimos en esta edición de Filosofismas, entre otras, las reflexiones de Fernando Guiérrez apoyadas por cruentas imágenes y las de Atilio Borón. En cuanto a evidencias, el artículo más importante es el de Max Blumenthal. Ocurre que sin ánimo de ocultarlo, más bien al contrario, algunos estudiantes opositores nicaragüenses fueron a pedir recursos a los Estados Unidos. Y para colmo, personalidades de ese país han reconocido y hasta se han jactado de proveerlos. Por esta vez Wikipedia es confiable para enterarse sobre quién es el escritor estadodunidense, periodista de investigación y blogger Max Blumenthal.

Es una estupidez desconocer estos hechos con el argumento de "otra vez con eso de que la CIA está detrás". En esta oportunidad son los mismos referentes políticos estadounidenses y las organizaciones vinculadas quienes lo han admitido. En su artículo Max Blumenthal identifica con precisión las instituciones involucradas, y provee los nombres de quienes están a cargo de estas y otras operaciones.


No estoy del todo seguro, pero tal vez también estamos ante cierta frivolidad metodológica de los medios nacionales, que reside en tomar posición antes de averiguarlo mejor, por no establecer matices entre los opositores, ni preguntarse por la consistencia de sus objetivos, ni  por el carácter heterogéneo de los factores que condujeron a Ortega a la presidencia. 


Basta pensar que entre los manifestantes se incluyen ciudadanos honestos expresando su legítima disidencia, tanto como mercenarios con un modus operandi que recuerda al de los que actuaron en Libia cuando el asesinato de Gadafi. Si esto es el prolegómeno de una guerra civil fogoneada de afuera, debe hacerse todo por evitarla. Ya sabemos quiénes son a la postre los que se llevan la parte del león en estos conflictos: quedan Estados deshechos (y no "Estados fallidos" por propia responsabilidad), más fáciles de vampirizar, con la complicidad de las elites nacionales de turno.


Es raro tener que explicar que no pueden meterse en la misma bolsa a los ciudadanos opositores bien intencionados junto a mercenarios y asesinos capaces de atacar edificios estatales, prender fuego viviendas particulares y torturar e incluso matar personas supuestamente afines al gobierno. Me da pena ver que personalidades como Gioconda Belli y Sergio Ramírez no lo tengan en cuenta. También parece apresurada la declaración de intelectuales latinoamericanos  entre los que se incluyen la argentina Beatriz Sarlo y el uruguayo Raúl Zibechi.


La diferencia entre este informe de Filosofismas y las condenas al uso contra Nicaragua es que luego de la saturación de opiniones de fundamento precario o unilateral, arrimo aquí las miradas que me han desconcertado al principio pero me han ayudado a pensar luego con menos superficialidad. Muchos esperamos que el proceso del tema sea un poco más integral y menos distorsionado y hemipléjico que el basado en las redes sociales, la CNN y sus similares rioplatenses o regionales.


Eso no significa, en absoluto,  ponerse del lado de Ortega, sino aproximarse a una base de informaciones más completa al que hasta ahora vienen manejando los medios como si fuese una suerte de partido único que los mandatase. Pero, cuidado, no creo que haya conspiraciones detrás de la mayoría de los medios uruguayos.


No la necesitan los periodistas y los políticos que hoy rasgan sus vestiduras contra Ortega, pese a su escaso fundamento y al nulo contraste de versiones: lo hacen muy seguros y convencidos, por serios u honestos que sean. Es que no hacen falta las conspiraciones si no puedes salir de tu marco teórico que ha logrado convertir a la opinión pública en la opinión publicada de los grandes medios masivos internacionales.


Sin embargo, decididamente, hay muchos otros fenómenos en Nicaragua al otro lado de la pantalla, es decir, fuera del rectángulo de la TV, los celulares y los diarios, plenos de consignas reiterativas y escamoteos de datos sustanciales. 


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NICARAGUA: LOS OPOSITORES HAN TORTURADO, ASESINADO Y QUEMADO CUERPOS HUMANOS
Fernando Gutiérrez Almeira 




Son ellos mismos los que han documentado, con total cinismo y brutalidad sus crímenes, al parecer carentes por completo de empatía humana en esos momentos de salvajismo. Este video que adjunto lo muestra así, sin medias tintas, sin nada más que observar cómo se cometen atrocidades contra el hijo de alguien, contra el padre de alguien. ¿Esta es la manera de luchar por la democracia? ¿A esto se le llama luchar por la libertad? 


Muchos medios corporativos, sobre todo los estadounidenses, que lo han hecho en masa, han mostrado de esta oposición un rostro puramente victimizado, vapuleado por una dictadura descontrolada a pesar de toda su supuesta pureza e inocencia juvenil, pero han ocultado estas vilezas, estas bajezas sin nombre, demostrando que están sesgando la información con fines oscuros, al servicio de los intereses que como medios corporativos sirven. 


Lamentablemente la opinión pública parece querer dejarse arrastrar por una sola visión de las cosas, señalando la violencia del gobierno, que ciertamente ha existido en su abierta campaña para terminar con los tranques y los bloqueos territoriales, lanzando operativos armados y movilizando a sus fuerzas policiales.


Pero que se sepa que ningún gobierno, ni dictatorial ni democrático, ni autocrático como dice José Mujica (el ex-guerrillero izquierdista que hoy es considerado en el mundo por muchos un ejemplo a seguir), aparentemente ignorando las atrocidades de la oposición, ni socialdemócrata, se abstiene de aplastar a una oposición que más que oposición tiene el aspecto de un movimiento desestabilizador que recurre al expediente del terror.


¿No luchó Gandhi con la fuerza de la palabra, la convicción, el gesto y la no violencia contra el imperio de Inglaterra? ¿No venció en su lucha? Y entonces ¿quién puede justificar estos crímenes horrorosos cometidos por la oposición? ¿Quién puede apoyar a una oposición cuyo comportamiento es de unos enloquecidos fanáticos de ideas confundidas que queman la bandera sandinista como si el sandinismo y el gobierno de Ortega fueran lo mismo demostrando su total incomprensión de la historia de su propio país?


Pero debo agregar algo que resulta imprescindible: aquí está la mano de EEUU, ya no puede caber la menor duda. No puede caber duda porque en esta página ha quedado documentado el apoyo del ultra derechismo estadounidense a la oposición no solo de manera declarativa, sino a través de legislación, a través de un apoyo millonario en dólares, y sobre todo, a través de los medios de comunicación allegados a los intereses de EEUU.


¿Fue este movimiento alguna vez un movimiento pacífico y con reclamos válidos? Seguramente. ¿Merece multitud de críticas y acusaciones el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua? Sin duda debe ser así.


Mi postura no consiste aquí en apoyar al gobierno de Daniel Ortega sino sobre todo consiste en sugerir claramente que esa oposición, si alguna vez fue pacífica y justa, se ha transformado en pocos meses en violenta y torturadora, y que de esa transformación no debemos inculpar a aquellos que critican y señalan al gobierno de Nicaragua sino al intervencionismo de EEUU, el mismo que ha herido y desangrado a Latinoamérica desde hace más de un siglo con sus golpes de Estado, con sus magnicidios, con sus operaciones encubiertas, con sus escuelas de tortura, con sus invasiones directas, con sus bases militares, con sus supuestas guerras contra el narcotráfico, etc.


Ni me interesa aquí defender ideología alguna pues las etiquetas ideológicas y políticas no ayudan a pensar libremente, sino pedirle a quien lea, a cualquier latinoamericano que lea esto, que mire y escuche y comprenda que si no reconocemos hasta qué punto el intervencionismo de EEUU, que está al servicio de sus intereses geopolíticos hemisféricos en su confrontación con la influencia de otras potencias mundiales, es un agente destructor de la paz y del bienestar de nuestra patria latinoamericana, entonces nunca haremos lo necesario para defender y engrandecer esa patria nuestra.





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NICARAGUA, LA REVOLUCIÓN Y LA NIÑA EN EL BOTE
Atilio Borón


La dolorosa coyuntura actual en Nicaragua ha precipitado un verdadero aluvión de críticas. La derecha imperial y sus epígonos en América Latina y el Caribe redoblaron su ofensiva con un único y excluyente objetivo: crear el clima de opinión que permita derrocar sin protestas internacionales al gobierno de Daniel Ortega, elegido hace menos de dos años (noviembre del 2016) con el 72 por ciento de los sufragios.


En los últimos meses, cientos de ciudadanos fueron torturados y asesinados por grupos violentos en Nicaragua. Esto era previsible; lo que no lo era fue que en esa arremetida participaran con singular entusiasmo algunos políticos e intelectuales progresistas y de izquierda que unieron sus voces a la de los lenguaraces del imperio.


Ver aquí el artículo completo

FUENTE: “Nicaragua, la revolución y la niña en el bote” de Atilio Borón. Blog de TeleSur. 17/07/2018. https://www.telesurtv.net/bloggers/Nicaragua-la-revolucion-y-la-nina-en-el-bote-20180717-0002.html

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ESTADOS UNIDOS SE JACTA DE SU APOYO A OPOSITORES NICARAGÜENSES
Max Blumenthal






Estudiantes nicaragüenses junto a Ted Cruz

Mientras que algunos medios de comunicación corporativos han retratado al violento movimiento de protesta que atrapa a Nicaragua como una corriente progresista de base, los propios estudiantes del país han dejado ver todo lo contrario.

A principios de junio, los principales activistas opositores de Nicaragua fueron a reunirse a Washington, DC, con la cabeza del grupo derechista de defensa del Estado estadounidense: Freedom House. El grupo opositor, conocido como M19, estaba allí para suplicar a Donald Trump y otros funcionarios de derecha del gobierno de los Estados Unidos que los ayudaran en su lucha contra el presidente nicaragüense Daniel Ortega.





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NICARAGUA: INFORME DE CIDH SOBRE VIOLENCIA ESTÁ PARCIALIZADO
TeleSur


El Gobierno de Nicaragua calificó este viernes  de sesgado y parcializado el informe presentado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la situación en el país generada por los actos vandálicos de grupos vinculados a la derecha. El canciller nicaragüense, Denis Moncada, aseveró que este informe es completamente subjetivo. Asimismo, criticó que el organismo omite la quema y destrucción de instituciones públicas, ambulancias y hospitales.


El Gobierno de Nicaragua defiende la paz en el país e insiste en el diálogo como forma de resolver las controversias políticas. No obstante, desde hace más de dos meses grupos vandálicos han salido a las calles a realizar actos de agresiones contra ciudadanos y entidades públicas y privadas que buscan desestabilizar al Gobierno de Daniel Ortega.





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URUGUAY: ¿POR QUÉ ES MALO TRANCAR  LOS NEGOCIOS CRIMINALES?





El diario El País (Uruguay) señala que las medidas contra el crimen organizado son una traba para el clima de negocios. Créalo o no:


La mala posición de Uruguay en el ranking de este año se debe "principalmente a la implementación continua de múltiples medidas de transparencia fiscal internacional, prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo", entre ellas las normas de cumplimiento del Estándar de Reporte Común (CRS) y de identificación del beneficiario final.