miércoles, 2 de agosto de 2017

SEPARATA LIBROS & VÍDEOS


RONALD DWORKIN /  MATEO GUTIÉRREZ: WILSON VUELVE / CINE PARA ENTENDER  EL MUNDO: OLIVER STONE Y FIDEL CASTRO / ENCUENTROS CINÉ-FILOS / GUÍA CINEMATOGRÁFICA DEL PERVERSO






Esta actualización de Filosofismas, agosto de 2017, incluye  un comentario sobre la monumental Justicia para erizos de Ronald Dworkin, un fragmento de una entrevista con Mateo Gutiérrez acerca de su documental sobre Wilson Ferreira Aldunate y, entre otros contenidos, la continuación de la serie de notas sobre “Cine para entender el mundo”. 

Completan esta edición los materiales de lectura recomendados para el mes en curso en los ENCUENTROS CINÉ-FILOS junto a una breve crónica de la primera reunión del mes para hablar de cine y filosofía.




UN RADICAL IGUALITARIO

Uno puede equivocarse con los libros igual que con las personas. Una primera impresión deslumbrante puede terminar en algún desengaño. Y a la inversa: alguien que al principio a uno no le cayó bien puede reivindicarse, si se le dedica suficiente tiempo para adquirir familiaridad con él.

Mi primer contacto directo con la obra de Ronald Dworkin (1931-2013) fue hace muchos años a través de Los derechos en serio (1977), en una edición en español de aquella estupenda colección de tapas duras, color marrón oscuro, de Planeta-Agostini. 

Cuando la leí yo estaba muy influido por Francis Fukuyama, que en Posthuman Society (2002) decía: “Los teóricos jurídicos posrawlsianos, como Ronald Dworkin y Bruce Ackerman, tratan de definir las normas de la sociedad liberal al tiempo que eluden cualquier referencia a las prioridades entre los fines humanos o, dicho en términos más modernos, entre los posibles estilos de vida. Dworkin por ejemplo, ha afirmado que el Estado liberal  «debe ser neutral en lo que se refiera a la vida adecuada […]; las decisiones políticas deben ser, dentro de lo posible, independientes de cualquier concepción particular de la vida adecuada o de lo que da valor a la vida» (…) Opino que este distanciamiento general de las teorías del derecho  (…) acaban reintroduciendo diversos supuestos sobre la naturaleza humana”.  

Esas afirmaciones de Fukuyama en la Segunda Parte de Posthuman Society no se quedan ahí en sus críticas, porque a renglón seguido ilustra los supuestos escamoteados: si tal como creía el mismo Kant, el hombre sería un ser libre y racional, entonces se requeriría una educación para consolidarlo, y el Estado entonces no podría en absoluto ostentar su neutralidad.

Pese a que Fukuyama tiene al menos parte de razón en sus críticas contra Bruce Ackerman y John Rawls, debo confesar que el tiempo me reconcilió con Ronald Dworkin. Y aunque ciertas lecturas e interpretaciones del autor tienden a ponerlo aún hoy en clave abstracta y lo que es peor, liberal-conservadora, esta breve reseña  de Justicia para erizos es una invitación, por el contrario, para disfrutar a Dworkin en clave concreta y liberal-progresista. Es que, por un lado, su estilo literario es encantador, por decir lo menos, sobre todo en temas filosóficos donde reina un oscuro mal gusto que simula profundidad. Aparte de que ubicar a Dworkin como conservador sería cometer una gran injusticia con este autor preocupado por la desigualdad y por los derechos humanos.

Como prueba de la manera seductora que tiene el autor para presentar problemas de filosofía del derecho –motivo adicional por el cual debería ser más leído por estas latitudes-, he aquí el capítulo XIII, “El daño”, en el parágrafo sobre “Competencia y perjuicio”: “A continuación, dos historias tristes. 1) Estás haciendo senderismo en el desierto de Arizona con un extraño, ambos son picados por serpientes de cascabel y tú ves a medias enterrada en el polvo una ampolla de antídoto. Los dos se precipitan en su búsqueda, pero tú estás más cerca y la agarras. Tu compañero te ruega se la des, pero tú la abres y tomas todo su contenido. Tú vives y él muere. 2) Como antes, pero esta vez él está más cerca del antídoto y lo agarra. Le ruegas que te lo dé,  pero él se niega y está a punto de abrir la ampolla y tomarlo. Tienes una pistola; lo matas de un tiro y tomas el antídoto. Tú vives y él muere.” (Dworkin, 2014, pág. 350). Para averiguar qué reflexiones se disparan a partir de esta anécdota imaginaria del desierto  de Arizona hay que leer a Dworkin. La cosa era mostrar el estilo provocador.

El título del libro, originalmente publicado en inglés en 2011, alude al dicho griego de que el zorro sabe muchas cosas y el erizo una sola, pero muy grande. Y en realidad  Ronald Dworkin da la impresión contundente de saber muchas cosas enormes, porque Justicia para erizos se divide en cinco ambiciosas secciones: primera parte, “Independencia”; segunda parte, “Interpretación”; tercera parte, “Ética”; cuarta parte, “Moral”; quinta parte, “Política”.

De esta última parte seleccionaremos unos pasajes del capítulo  XVI, “La igualdad” en el parágrafo sugestivamente titulado “Filosofía y vergüenza”, para mostrar que Dworkin es un liberal progresista, francamente preocupado por las ignominias de la desigualdad y por momentos casi radical: “En la mayoría de los países ricos, la distancia entre las personas de posición acomodada y los pobres es inconmensurablemente grande (…) En estas circunstancias, la filosofía académica debe parecer artificial e indulgente consigo misma (…) Los políticos de centro izquierda luchan, a lo sumo con moderado éxito,  por conseguir ganancias incrementales  para los de abajo, y la mejor política [para ellos] es la que no pide más de lo que la mayoría acomodada está dispuesta a dar (…) las mayorías siguen siendo renuentes a ayudar a los pobres que tienen marcadas diferencias con ellas. Es importante, con todo, insistir en la discusión para importunar a las personas de clase acomodada, sobre todo cuando, como creo que sucede en nuestros días, su egoísmo deslegitima la política que les permite estar en esa posición” (Dworkin, 2014, pág. 428). Importunemos pues, siguiendo el consejo del autor.

En su polémica con H.L.A Hart, positivista jurídico, sostuvo que las normas legales no pueden aplicarse en forma mecánica, pie-de-letrista, sino en articulación  con principios iluminadores que permitan interpretarlas. Rechazó también el concepto de “libertad negativa” de Isaiah Berlin, porque para Dworkin y para quienes nos gusta importunar no alcanza con pregonar el mantener lejos al Estado de sus posibles intromisiones: la libertad se goza recién en forma efectiva cuando se dispone de algún mínimo de educación y asistencia sanitaria. Y ante quienes suelen adherir a la contradictoria idea de que Occidente se podría defender con mayor eficacia del terrorismo traicionando las garantías que precisamente le dan sentido como cultura política,  Dworkin fue un duro crítico de la Patriot Act y de las medidas anti-terroristas de George W. Bush –perplejo de ser una voz casi solitaria al respecto, en aquel momento-.

A Dworkin le llovieron críticas en vida pero aún después de muerto, obras como Justicia para erizos permanecen allí, erguidas y resistentes, incómodas y difíciles de responder. Por ejemplo, A. Calsamiglia, autor de un estudio preliminar de Los derechos en serio, le ha reprochado su “radicalismo igualitario”: “Las simpatías por el liberalismo progresista pesan más que su declaración primigenia de considerar el derecho  como un mecanismo que sirve para proteger al individuo frente al poder del gobierno y de las mayorías”.

Por su parte, Ronald Dworkin, en una carta del 28 de diciembre de 1983 dirigida a la revista Doxa de la Universidad de Alicante, adelantó parte del programa que habría de consumar en la imprescindible Justicia para erizos: “Cualquier teoría del derecho competente debe ser ella misma un ejercicio de teoría moral y política normativa. Este punto de vista me ha llevado recientemente a estudiar la idea de interpretación como algo más importante para la teoría jurídica de lo que había considerado , y también a estudiar la filosofía política cuando mi mayor preocupación ha sido la idea de igualdad”. Siga incomodando, maestro, somos muchos los que aún lo acompañamos.

JUSTICIA PARA ERIZOS por Ronald Dworkin. Fondo de Cultura Económica. Traducción de Horacio Pons. México DF y Buenos Aires, 2014, 592 págs. Fuente:  Agustín Courtoisie, en revista Relaciones Nro. 398, julio 2017, pág. 26.

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WILSON VUELVE



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CINE PARA ENTENDER EL MUNDO (segunda parte)
por Agustín Courtoisie

En nuestra anterior entrega habíamos sostenido que el cine es una de esas cosas a las cuales acudir no solamente como medio de entretenimiento sino como arma de conocimiento e información. Sostuvimos también que en ocasiones –y máxime para los estudiosos de temas internacionales –, el cine es la única vía para comprender cabalmente ciertos procesos humanos, ya sea que refieran a cuestiones colectivas o históricas, o a fenómenos psicológicos harto difíciles de acceder por medios exclusivamente intelectuales.

Nos referimos entonces al film Las tortugas también vuelan de Bahman Ghobadi (producción de Irán e Irak, 2004), a Osama, de Siddiq Barman (producción de Afganistán, Japón e Irlanda, 2003) y a Va, vis et deviens, de Radu Mihaileanu, (producción por Bélgica, Francia, Israel, Italia, 2005). Remito a los lectores interesados a la consulta del archivo digital de Letras Internacionales o bien a la edición de julio de 2017 de Filosofismas.

Hoy me propongo comentar el documental Looking for Fidel de Oliver Stone, una larga entrevista con el anciano líder y otros protagonistas de la sociedad cubana.

En 2003, Cuba sufrió una ola de secuestros de barcos y aviones, originada en la aspiración de muchos ciudadanos de emigrar a los EEUU. Algunos de ellos fueron condenados a muerte y ejecutados. El célebre director Oliver Stone viajó a Cuba, y entrevistó durante 30 horas a Fidel Castro, buscando entender esos fenómenos y procurar una visión más profunda de la realidad política de ese país. 

Durante toda la entrevista, Castro intenta fundamentar su inflexibilidad con las restricciones de todas las libertades, en particular, las vinculadas al derecho de los cubanos de viajar a otros países. 

Algunas de las escenas más impactantes del film que hoy recomendamos surgen cuando Oliver Stone asiste a una suerte de conferencia de prensa con varios acusados por secuestro, junto al propio Fidel Castro. También están presentes fiscales y abogados defensores, y la mejor manera de comprender el carácter revelador de los diálogos sostenidos entre todos los participantes es recordar aquí parte de sus dichos: todos se auto incriminan, reconocen su “error”; cuando se les pregunta qué pena merecen uno pide “30 años”, tal vez para eludir la pena de muerte y, por último, son sermoneados por Castro, casi de manera bonachona, pero reprochándoles sus aspiraciones consumistas.

En el caso de este último grupo, los resultados fueron condenas de treinta años y cadenas perpetuas, sin ningún condenado a la pena capital. A lo largo del documental, las cámaras registran opiniones de disidentes, familiares de presos políticos o comunes, y abogados de derechos humanos. También se incorpora, y acaso con mayor gracia por la emotividad de algunos testimonios, la adhesión al líder cubano de muchos ciudadanos modestos. Dejemos aquí una pequeña muestra de la entrevista de Oliver Stone, que sin duda merece ser vista íntegra. Poco tiempo después de que uno de los grupos de secuestradores fueron ejecutados, la madre de uno de ellos expresa con lágrimas en los ojos: “...el viernes amanecieron muertos los muchachos”.

La cámara cambia de escenario, y muestra el lugar donde se desarrollan ciertos tramos fundamentales del encuentro de Stone con el gobernante cubano. Estas fueron sus palabras.

Fidel Castro: “Y si se volviera a dar una situación semejante, haría exactamente igual. Sin duda”.

Oliver Stone: “Era una situación muy emocional, EEUU invadía Irak. De pronto, después de años de tranquilidad, resurgieron los ataques terroristas. Los americanos hablaban de secuestros en Cuba. Hubo tres en un período de dos semanas, dos aviones y un barco”.

Fidel Castro: “Hacía casi alrededor de 9 años que no se producían y dos horas antes del inicio de la guerra de Irak. Con seis cuchillos puestos aquí, en la garganta, secuestraron. Esa fue la noticia que llegó de los seis que se fueron. El segundo avión, lo secuestran el 31 de ese mismo mes, pero ya antes se había publicado la noticia de que un juez en Miami había concedido la libertad bajo fianza de los seis secuestradores. Después vino a las 24 hrs. En la bahía de La Habana, secuestran el barco de pasajeros. Hasta el final estuvieron con los turistas apuntándoles la sien”.

Oliver Stone: “El juicio solo duró siete días. Fueron declarados culpables y los tres fueron fusilados el octavo día”. 

Fidel Castro: “Sí”. 

Oliver Stone: “Según la justicia internacional, no se fusila a nadie tan deprisa sin que pueda apelar”.

Fidel Castro: “Es cierto, cuando no se trata de una situación virtual de guerra. Porque existe una ley llamada la Ley de Ajuste Cubano que le concede el derecho automático a residir en Estados Unidos. Esto afecta a esos grupos marginales que no recibirían jamás visa para viajar a EEUU. Tienen solo una forma de hacerlo: ilegalmente. Había que cortar sin perder un minuto esa ola de secuestros. Sólo había una forma de cortarlo de acuerdo a la ley. No fue una ejecución extrajudicial”.

Oliver Stone: “Pero un hombre, por muy malo que sea, en EEUU, después del juicio, hay muchas apelaciones, se puede ver a su familia”.

Fidel Castro [dirigiéndose a la intérprete]: “Pero él habla como si viviéramos en el mejor de los mundos. Yo pregunto lo siguiente, ¿cuántas visitas le han hecho a las casi 800 personas que estás encerradas en una cárcel especial en la base de Guantánamo? Ninguno de ellos ha sido visitado por familiares. Tenemos un deber primario, lo tenemos con nuestro pueblo. Nunca podremos vacilar entre ejercer la caridad con un grupo de personas que tienen menos culpa que los que los provocaron a hacer esas cosas”.

Oliver Stone: “¿Quién los sedujo?” 

Fidel Castro: “El gobierno de Estados Unidos. ¿Qué ha hecho EEUU hasta ahora? Darles residencia a todos los que han secuestrado aviones y barcos. Si EEUU se comprometiera a devolver a los secuestradores aquí, si hicieran un acuerdo con nosotros, podríamos comprometernos a no aplicarles la pena capital”.

Oliver Stone: “¿Cuál es la historia de los tres hombres?”.

Fidel Castro: “En los tres casos de secuestro, no eran personas que tuvieras problemas llamados... políticos‟. Eran personas con antecedentes penales. Nada que ver con los llamados disidentes‟…”.

Oliver Stone: “Los servicios secretos cubanos son muy buenos. Pero que uno de los mejores, por ejemplo, el Mossad…” [es interrumpido]. 

Fidel Castro: “El Mossad mata, Cuba no mata. Y creo que la CIA tiene mejores servicios que Cuba, y no pudo saber lo que iba a pasar en las Torres Gemelas”.

Oliver Stone: “Cuando me enteré de que el Sr. Castro había matado a tres secuestradores con tanta rapidez...” [es interrumpido de nuevo].

Fidel Castro: “Yo no ejecuté a nadie, estoy en desacuerdo con la terminología. Pareciera que Castro tomó un fusil, una pistola y les ejecutó”.

Oliver Stone: “He escogido mal las palabras. Pero el Estado les ejecutó con rapidez. En el extranjero, el Sr. Castro y su gobierno deberían haber sido informados por sus servicios secretos”.

Fidel Castro: “Ninguna inteligencia en el mundo puede impedir que se produzcan actos terroristas. Yo le puedo decir que, desde que secuestraron el primer avión, hemos investigado alrededor de 32 proyectos de secuestros de aviones”. 

Hasta aquí algunos fragmentos de la entrevista de Oliver Stone con Fidel Castro, recogida en el documental Looking for Fidel –que permite introducirnos casi sin intermediarios, por decirlo así, en una realidad política y social harto compleja como la de Cuba –.

Como adelantábamos en nuestro artículo anterior, en esta larga entrevista el líder cubano, al justificar la persecución implacable de la disidencia política, argumenta, sin quererlo, en favor de la libertad y el Estado de derecho, mucho mejor que mil discursos.

En nuestra próxima entrega de “Cine para entender el mundo” para Letras Internacionales, nos ocuparemos de Tropa de élite de José Padilla (Brasil), que ilumina por igual la interna de la policía que debe reprimir al narcotráfico en Río de Janeiro, tanto como la lógica de los delincuentes y sus cómplices.


Fuente: “Cine para entender el mundo (II)” de Agustín Courtoisie, en Letras Internacionales, Núm. 30-2 (2008). Publicación elaborada por la coordinación académica de la Licenciatura en Estudios Internacionales de Universidad ORT Uruguay y editada por el Prof. Javier Bonilla Saus. Artículo publicado el 17/07/2008. https://revistas.ort.edu.uy/letras-internacionales/article/view/2337

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ENCUENTROS CINÉ-FILOS EN AFRICANÍA

 



Después de los primeros tres meses de actividades en la sede de la Asociación Civil Africanía, Isla de Flores 1653-1655, vivimos un importante punto de inflexión de esta serie de encuentros para “cruzar” cine y filosofía: comenzamos a estudiar teoría de la argumentación. 

Para teoría de la argumentación, vamos a ir “despacito”. En orden de relevancia filosófica:

Lógica viva de Carlos Vaz Ferreira (capítulo sobre “Cuestiones explicativas y cuestiones normativas”). Ver www.vazferreira.org para tener panorámicas sobre el autor y textos fuente y textos de crítica. En particular, de ahí puede obtenerse la descarga completa de Lógica viva desde http://vazferreira.org/textos/011%20CVF%20-%20L%C3%B3gica%20viva.pdf
 
El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la oscuridad de Carl Sagan. Imperdible obra del creador de la serie Cosmos. La he visto en librerías y puestos de la Feria de Tristán Narvaja. En los ENCUENTROS CINÉ-FILOS  recomendamos el capítulo 12: “El arte sutil de detectar camelos”.

Cómo ganar discusiones (o al menos cómo evitar perderlas)  de Pablo da Silveira, editorial Taurus. Una joya de claridad didáctica. Utilizaremos capítulos 5 a 8.

Los participantes son responsables de conseguir los materiales para poder trabajar durante los encuentros. Es cierto que esto es un pequeño esfuerzo que se les pide, pero recuerden que estos talleres son completamente gratuitos.

Otra cosa. Para más adelante, cuando estemos más entrenados, vamos a usar materiales de Perelman y Olbrechts-Tyteca, Van Esmeren y Grootendorst. Probablemente también hagamos lectura comentada de un capítulo del estupendo libro de Christopher Falzon, La filosofía va al cine, incluido el útil glosario final.

Por último, podrá consultarse con provecho, Lacrimae Rerum de Slavoj Zizek y también Cine: 100 años de filosofía de Julio Cabrera. A Zizek me gusta verlo y escucharlo más que leerlo. Sugiero ver la “Guía cinematográfica del perverso”. Es aconsejable verla de a tramos pero la comparto completa: https://vimeo.com/20498004



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ENCUENTROS CINÉ-FILOS – Primera quincena de agosto 2017


(Actualización del 12/08/2017)



1. En la primera quincena de agosto de 2017 continuamos con teoría de la argumentación. Trabajamos con la lectura comentada de El  mundo y sus demonios de Carl Sagan (1997, edición de Planeta 1999). Mencionamos la primera parte, referida a supersticiones y pseudociencia, comentamos algunas falacias identificadas en el tramo central y nos concentramos en el último segmento donde habla de las manipulaciones de las tabacaleras a través de organizaciones como Healthy Buildings International, que recibe enormes fondos de la industria para financiar investigaciones “científicas” diseñadas para darles la razón.

Para ilustrar esa postura crítica de Sagan respecto de las tabacaleras, y generalizar la idea para otras sustancias y fármacos, vimos el tramo del documental The Human Experiment (Dana Dachman, 2015) sobre las “cuatro defensas del perro”.  Verlo completo y subtitulado en español: https://www.youtube.com/watch?v=5snYkx7MR9s

Cuatro defensas del perro: el tramo visto en clase arranca del minuto 24 y concluye en minuto 30 y 23 segundos.


2. En la identificación de falacias del capítulo 12 de El mundo y sus demonios, comentamos: uso correcto versus manipulación de la evidencia,  falacia ad hominem, ignoratio elenchi, la falsa generalización. También observamos en particular en qué consisten en ciencias sociales tanto como en ciencias médicas las afirmaciones de tendencia (recordar el ejemplo de la bandada de patos) y la invalidez de apoyarse sólo en testimonios individuales no representativos.

Durante los últimos encuentros vimos o recomendamos:

El bebé de los Perales (Carlos Sorin, 2006). No es un falso documental, aunque se viste con sus plumas al principio. Es una pequeña obra maestra, una gran parodia del documental tanto como del pseudo documental, muy oportuno en tiempos de  fake news. Inconseguible. Si Sorin ve estas líneas que se comunique con nosotros.

Debate político en House of Cards (temporada 3, episodio 11). Pueden verla en Netflix.

Hoy en día, la dificultad en obtener pruebas sólidas en muchos temas no solamente se debe a las manipulaciones, a los troll de la web, o a las falacias de tipo lógico. La propia estructura de los medios de comunicación y en particular los algoritmos de las redes sociales conspiran contra la verdad, incluso en los casos en los cuales no hay deshonestidad intelectual implicada. Por eso es imperdible la charla de Eli Pariser sobre los filtros de burbujas en la web:


3. En los encuentros CINÉ-FILOS que se vienen haremos este tipo de ejercicios. Por ejemplo, después de una lectura a fondo del capítulo 12 de El mundo y sus demonios de Carl Sagan, les pediremos establecer vínculos similares a estos: la última parte del capítulo, contra las tabacaleras, fue ilustrado con las cuatro defensas del perro. La desacreditación de los científicos críticos es una falacia ad hominem. El dilatar la admisión de los hallazgos (por ejemplo, que el tabaquismo provoca varias enfermedades graves) es manipulación de evidencia.

Para los siempre inquietos participantes de esos encuentros en Africanía, recomiendo ver completo El honesto mentiroso (está Netflix). James Randi fue un mago profesional y un racionalista epistemológico que pudo desenmascarar patrañas mucho mejor que algunos científicos ingenuos. Con las reservas que debemos tener al utilizar esta fuente, leer por arriba:

Ejercicio para traer resuelto en el próximo encuentro: Alejandro Dolina y sus reflexiones espontáneas para  aprender a pensar. De las falacias y problemas al invocar evidencias que hemos estudiado, ¿a cuáles hace referencia Dolina en cada uno de los siguientes fragmentos? ¿Dolina comete alguna? Puede que haya algunos elementos que aún no hemos visto. ¿Cuáles serían? Escuchen al menos dos fragmentos de los que aquí les propongo:


“Aprender a discutir y pensar”. Duración: 4:26

“Pensamiento crítico”.  Duración: 7:47

“Discriminar es pensar”. Duración: 12:16

“Dolina habla de Lanata”. Duración: 7:38

“Dolina responde a nota de Clarin”: Duración: 17:21



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ENCUENTROS CINÉ-FILOS – Segunda quincena de agosto 2017

(Actualización del 19/08/2017)

¿Qué cosa es la filosofía para que la podamos relacionar con el cine o incluso audiovisuales de muy diferentes categorías? Eso es parte de la esencia de nuestros ENCUENTROS CINÉ-FILOS.

Autores, temas, actitud

El pasado martes 15 de agosto preferimos rehuir, una vez más, ofrecer “una” definición de “filosofía”.  En todo caso hay muchas. Y entender qué cosa sea esta disciplina o identificar de qué tipo de práctica reflexiva se trata, es de por sí una cuestión filosófica. Pero adelantamos algunas asociaciones En el lenguaje común:

a)      Una lista de autores, desde los presocráticos y Platón, hasta Bertrand Russell o Alain Badiou, pasando por Aristóteles, Kant, Spinoza o Bergson.
b)      Una lista de temas, con nombres algo sonoros como ontología, metafísica, gnoseología, ética, estética, por dar ejemplos desordenados.
c)      Una actitud, a veces la del asombro, a veces la de la curiosidad por atender asuntos que no parecen poder resolver las ciencias, o la religión no se plantea (o se plantea de otro modo).

Vamos a volver sobre esta divertida terna (autores, temas, actitud). Pero confiamos en que incluso aquellos que por sus actividades profesionales o laborales no han transitado nunca las páginas de los autores, ni han hincado el diente sobre los temas, pueden beneficiarse de la actitud de pensar con rigor y a fondo cualquier asunto, o reconocer el quehacer filosófico en expresiones científicas, literarias y artísticas, mucho más allá de los autores habituales de la asignatura “filosofía”. Por algo en la clase anterior pedimos ejercitar identificar argumentos en tramos del programa de Alejandro Dolina “La venganza será terrible”.

¿Se dan cuenta que la mayoría de las personas que concurren a los encuentros vienen de recorridos culturales y académicos muy diversos? Solamente en casos excepcionales son portadoras de formación filosófica. Por eso este intento de claridad, cortesía del filósofo según Ortega y Gasset.

Separar hechos de ficción

Un tramo relevante del encuentro del último martes estuvo destinado al manejo de las evidencias (sopesar su veracidad, las fuentes de donde proviene la información, etc) vimos la charla TED de Markham Nolan explicando cómo con herramientas gratuitas podemos aprender a distinguir hechos de ficción dentro del apabullante flujo de noticias de la web:
https://www.ted.com/talks/markham_nolan_how_to_separate_fact_and_fiction_online?language=es
(Duración 13:29).

Falacias, esos malos argumentos

Repasamos también ciertos conceptos teóricos para que quedaran bien claros (falacia ad hominem, falsa generalización, ignoratio elenchi, petición de principio, falacia mayoritaria, ética del debate público, uso y abuso de las evidencias, etcétera), antes de incorporar nociones nuevas.

Doce hombres en pugna

Por último, comentamos una joyita del cine clásico para entender que las sutilezas de la argumentación filosófica pueden ser ilustradas de manera muy efectiva en un debate de jurados para decidir la inocencia o la culpabilidad de un joven acusado de matar a su padre. Es decir, nos ocupamos de Doce hombres en pugna. Nuestras referencias y comentarios valen por igual para la versión de William Friedkin de 1997 (con Jack Lemmon), o para la versión original de Sidney Lumet de 1957 (con Henry Fonda).

En el libro de Christopher Falzon, La filosofía va al cine, hay un capítulo entero dedicado a argumentación y varias páginas a ese film. Reitero mi recomendación.

Resumen del film y comentarios:
http://www.filmsite.org/twelve.html
Sobre ética y cine:
http://www.eticaycine.org/Doce-hombres-en-pugna
Versión de Lumet (1957):
https://es.wikipedia.org/wiki/12_Angry_Men_(pel%C3%ADcula_de_1957)
Versión de Friedkin (1997):
https://en.wikipedia.org/wiki/12_Angry_Men_(1997_film)

Adelanto del encuentro que viene

Les adelanto algunos puntos de Cómo ganar discusiones de Pablo Da Silveira. Los participantes deberían poder ilustrar con ejemplos del film 12 Angry Men o bien con casos tomados del debate público en la TV o las redes sociales, los seis principios acerca de la ética de las discusiones. Aquí se enumeran simplemente esos principios y se enfatiza su importancia para continuar avanzando:

1. Principio de reconocimiento de lo explícito.
No debemos imaginar siempre malas intenciones por parte del interlocutor. El principio pide dejar el hábito de la “escuela de la sospecha”.

2. Principio de caridad interpretativa.
Contestar a la mejor versión de los argumentos del adversario. De lo contrario, al ganar una discusión nos estaríamos jactando de derribar tigres de papel.

3.  Principio de parsimonia.
No nos sintamos obligados a tomar partido enseguida. Hay que tomarse razonablemente el tiempo que sea necesario para analizar antes de optar.  

4. Principio de respeto por la realidad.
No ignoremos la evidencia que podría ir en contra de nuestra postura. Incluso si nuestro adversario no se da cuenta de ello. Tarde o temprano alguien se dará cuenta de ello.

5.  Principio de despersonalización.
Distinguir entre lo dicho y quién lo dice.  Muy vinculado a la  argumentación ad hominem.

6. Principio de responsabilidad.
Todos tenemos el deber de contribuir a crear y mejorar la cultura de las discusiones. La calidad de los debates públicos es esencial en una democracia. Todos y cada uno de los participantes de los encuentros ciné-filos deberíamos intentar ser como el personaje de Doce hombres en pugna  que contribuyó a una cultura de la argumentación en el ámbito en el que tuvo que actuar.

Siempre se está a  tiempo

ENCUENTROS CINÉ-FILOS es una taller gratuito de frecuencia semanal en la Asociación Civil Africanía, Isla de Flores esquina Minas. A efectos de mantener la razonable homogeneidad de cada grupo, solamente es requerida la inscripción previa indicando edad, formación y expectativas enviando mail a: agustincourtoisie@vera.com.uy

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