FOTOGRAFÍA: https://www.elobservador.com.uy/nota/grafiteros-y-muralistas-hicieron-un-homenaje-a-felipe-cabral-en-el-cementerio-del-buceo-201922517415
Matar al miedo para que el miedo ya no mate
Agustín Courtoisie
El
miedo mata gente de carne y hueso. Como el miedo de aquel abuelo que
disparó y mató a su nieto que volvía de madrugada y trepó por el muro
para no despertarlo. El miedo es el de aquel padre que mató a su hija de
un escopetazo pensando que le copaban la casa. El miedo es el que
confunde, marea, y luego apunta contra “los pichis” pero no contra los criminales
de guante blanco, ni los importadores de armas, ni los que ponen la
guita afuera o despiden gente. El miedo es el resentimiento que mató a
un artista callejero. El miedo es típico de “pichis” mentales.
Matar al miedo, en cambio, es algo conceptual. Es no ver ni escuchar más a los apólogos del delito. Están en la radio o en la TV, todo el día, todos los días. Los que apoyan la guerra y los genocidios en todo el planeta pero acá hablan de vivir sin miedo y de vivir en paz. En ninguna parte del mundo trajo seguridad el tener más armas o reprimir sin control.
Esos son los criminales, los hipócritas, los peligrosos, los candidatos que hablan de la seguridad de ellos y de los idiotas morales que los siguen, pero no de la seguridad de los desempleados, de los que viven hacinados, de los despreciados. No hay seguridad para los que nacen sin oportunidades. Criminales son ciertos ex fiscales, los perversos que maltratan niños, mujeres o empleados, pero piden plomo y represión porque, en el fondo, se excitan con la violencia. Hay que dejarlos solos. Matar las ideas del miedo es impedir que el miedo siga haciendo correr sangre.
Matar al miedo, en cambio, es algo conceptual. Es no ver ni escuchar más a los apólogos del delito. Están en la radio o en la TV, todo el día, todos los días. Los que apoyan la guerra y los genocidios en todo el planeta pero acá hablan de vivir sin miedo y de vivir en paz. En ninguna parte del mundo trajo seguridad el tener más armas o reprimir sin control.
Esos son los criminales, los hipócritas, los peligrosos, los candidatos que hablan de la seguridad de ellos y de los idiotas morales que los siguen, pero no de la seguridad de los desempleados, de los que viven hacinados, de los despreciados. No hay seguridad para los que nacen sin oportunidades. Criminales son ciertos ex fiscales, los perversos que maltratan niños, mujeres o empleados, pero piden plomo y represión porque, en el fondo, se excitan con la violencia. Hay que dejarlos solos. Matar las ideas del miedo es impedir que el miedo siga haciendo correr sangre.